martes, 31 de enero de 2012

La lucha por vencer los obstáculos que impiden alcanzar nuestros deseos

Anhelos y deseosEl ‘Yo Deseo’ es una fuerza poderosa frente al destino. Proyectamos nuestros anhelos con el objetivo de hacer de nuestro futuro un mínimo de lo que en verdad queremos, pero la fuerza interna del deseo tiene sus leyes, sus normas o proceso de canalización si buscamos una elevada eficacia.
Para comenzar, un enemigo fundamental del deseo es la dispersión. No sirve de nada desear hoy algo y mañana cambiar de objetivo. La dispersión nos puede llevar al hecho de comenzar muchas cosas y jamás terminar ninguna, así como a una sobrecarga energética que provoca un bajón en nuestro estado de ánimo. Cuando sientes esa pesadez o sopor, no es por falta de fuerza, más bien es por exceso, demasiados deseos desbordados, poca definición o concreción en los objetivos.
Es mejor diseñar un objetivo, el cual nazca de la máxima sinceridad, algo que en verdad deseamos y hacer de él nuestra religión, nuestro coraje, no parar nunca de luchar hasta verlo conseguido y una vez alcanzado estamos libres de compromiso con nosotros mismos y podemos diseñar un nuevo objetivo.
También son importantes dos cosas, una la de no olvidarnos de disfrutar mientras luchamos, o ascendemos peldaños, pues el tiempo presente es valioso aunque la ambición sea la que esté guiando nuestros pasos.
Por otra parte, al decidir un objetivo no solamente bastará con decir “¿qué deseo?”. También es importante preguntarse: “¿cómo lo deseo? y ¿para qué lo deseo?”. Una vez conseguido el objetivo, seguimos con el compromiso de utilizar lo adquirido de la forma correcta o planificada. Si el destino otorga, debemos cumplir con lo otorgado.
El deseo no es poderoso o efectivo frente al destino si no lo concretamos y lo dirigimos hacia un punto. A la hora de concretar podemos viajar a través de un abanico de posibilidades que van desde el deseo más limitado al más amplio. El primero sería la obsesión por algo o por alguien, el segundo, el aspecto más amplio del deseo, podríamos definirlo como la pasión de vivir. No deja de ser un concepto muy amplio pero concreto en objetivo.
Si necesitamos ayuda para enfocar la fuerza interna de nuestro deseo, podemos acudir a una fórmula frente al destino que es bien eficaz: YO DESEO. YO CONCRETO. YO LUCHO. YO CONSIGO. El azar quizás es tan solo la respuesta en forma de complemento que el destino ofrece a razón del valor demostrado día a día.

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